HAY ESPERANZA

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

¿Qué es la salvación?

La Palabra de Dios declara claramente que la salvación es un don gratuito de Dios, basado en los méritos de la muerte de Su Hijo, y se apropia por la fe. La salvación se efectúa mediante el arrepentimiento personal, la creencia en el Señor Jesús (justificación) y la aceptación personal de Él en la vida de uno como Señor y Salvador (regeneración). La nueva vida en Cristo incluye los privilegios de la adopción y la herencia en el reino del amado Hijo de Dios. La salvación es un acto de libre albedrío en respuesta al amor personal de Dios por la humanidad. Está predestinado sólo en el sentido de que Dios, a través de su omnisciencia, conoció de antemano a quienes lo elegirían. Está seguro en el compromiso eterno e inmutable de Dios que no miente y es para siempre el mismo. La salvación debe producir un estilo de vida activo de amorosa obediencia y servicio a Jesucristo nuestro Salvador.

¿Como es La Vida Cristiana?

Creemos que las Escrituras describen la vida del cristiano en este mundo como una vida de equilibrio entre lo que se nos imputa como cristianos y lo que se nos imparte según nuestra fe y madurez. Por tanto, la provisión de Dios para Sus hijos es total y las promesas son definitivas y para siempre. Las deficiencias del individuo y de la Iglesia se deben a la santificación aún progresiva de los santos. La vida cristiana está llena de pruebas, pruebas y guerras contra un enemigo espiritual. Para aquellos que permanecen en Cristo hasta su muerte o Su regreso, las promesas de bendición eterna en la presencia de Dios están aseguradas. Permanecer fiel en todas las circunstancias de la vida requiere dependencia del Espíritu Santo y la voluntad de morir a los deseos y pasiones personales.

¿Que es El Bautismo Y La Santa Cena?

La Palabra de Dios impone a la Iglesia dos ordenanzas perpetuas del Señor Jesucristo. El primero, el bautismo, es la señal exterior de lo que Dios ya ha hecho en la vida del individuo y es un testimonio para todos de que la persona ahora pertenece a Jesús. Es identificación con Jesús y se efectúa en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. La Cena del Señor es una conmemoración de la muerte del Señor y se hace en memoria de Él hasta que Él venga otra vez; es una señal de nuestra participación en Él. Ambas instituciones están restringidas a aquellos que son creyentes.

¿Por qué adoramos al Señor?

La Biblia establece desde Génesis hasta Apocalipsis que Dios es infinitamente digno de nuestra adoración. El es nuestro Creador y Redentor. Su inmenso amor, su gracia infinita, su providencia divina para saciar nuestras necesidades y su cuidado paternal para darnos bienestar; todo ello invita a que respondamos en solemne adoración.

Juan 4:23

Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. - Juan 4:23

Para poder entrar en la adoración con Dios tenemos que estar concientes de que es mas que simplemente decir “Gloria a Dios”, “Aleluya” tenemos que entender que nuestra vida entera tiene que ser una adoración a el, que cuando estamos en la escuela tenemos que adorarle, en el hogar tenemos que adorarle, en la iglesia venimos adorarle, esto no es un trabajo a medio tiempo sino a tiempo completo.

Como nos beneficia a nosotros la Alabanza y Adoración a Dios?

  • Cualquier Cadena se rompe
  • Podemos ser sanados
  • Sentimos Gozos
  • Nos Fortalecemos Espiritualmente
  • Nuestra Fe aumenta

La Oración

Es imposible exagerar la importancia de la oración en la vida del cristiano. Es la llave que abre la puerta a los recursos de Dios. Es aquello que hace que opere Dios en nuestras almas. Suelta el poder del Espíritu Santo, el cual, a su vez hace que la Biblia sea un fuego ardiente en nuestros huesos, y hace de la presencia de Cristo una realidad pulsante. La oración humilla el espíritu, abre los ojos a la verdad y nos capacita a ver y a andar en la voluntad de Dios. No solo quita las montañas, pero también fortalece la resolución. Por la oración, nuestras cuitas son cargadas en el Señor y hallamos gracia para resistir los ataques de Satanás y del pecado.

Abraham Lorenzo

Pastor Francisco Diego

Fundador

Gonzalo Marcos

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